El brownie. Cuando lo práctico se hace histórico
El mantra culinario lo dice: después de una buena comida, un buen postre. El brownie es una de las recetas más populares de la repostería moderna, su sencilla fórmula de chocolate, azúcar glaseada, nueces y albaricoque lo han vuelto uno de los favoritos de las masas. Esta es la historia de cómo el Brownie fue creado entre la perspicacia de un equipo de cocineros y las dirección del Palmer House Hilton en Chicago.
Durante la Gran Exposición Universal en 1893, la ciudad de los vientos albergó a miles de viajeros de distintas partes de los Estados Unidos. The Palmer House era en ese entonces uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad, por lo que se encontraron a máxima capacidad en esas fechas.
La esposa de Potter Palmer, el dueño del hotel, era la presidenta del Comité de Mujeres de la expo. Es por eso que cada detalle era importante para ella. A la hora de organizar los refrigerios para las invitadas, Bertha Palmer se vio en la encomienda de servir un postre que pudiera comerse sin arruinarse, ya que estos iban a ser empaquetados en cajas para darles a cada asistente. Un pay no sobreviviría el movimiento y las galletas se romperían en migajas.
Bertha llevó el problema a la cocina del Palmer House, en donde el jefe de cocineros tuvo la solución. Un sencillo bocadillo a base de chocolate, con una estructura geométrica y que podía aguantar el movimiento en una caja. Así nació el brownie, gracias a una maniobra de practicidad por parte de un hotel en Chicago. En la actualidad, resulta difícil no encontrar una de las creaciones de los Palmer en cualquier restaurante del mundo.